
Un anciano solo, confinado en una residencia. Unas zapatillas desgastadas de Adidas. Y una necesidad profunda que no se apaga: correr. Volver a sentirse libre.
¿Puede un anuncio que nunca llegó a emitirse decir más que muchos de los que vemos a diario? ¿Puede un cortometraje de estudiante tocar más fibras que una campaña de millones de dólares?
Eso es exactamente lo que consiguió Break Free, una pequeña joya que sigue circulando por redes sociales desde hace años y que ha emocionado a millones de personas. Su autor es Eugen Merher, un joven estudiante de Cinematografía en la Filmakademie Baden-Württemberg. Tenía 25 años cuando dirigió este spot como parte de sus trabajos académicos. Lo envió al departamento de marketing de Adidas… pero nadie contestó. Y cuando insistió, lo rechazaron. Así que Merher lo colgó en YouTube, y fue la red quien lo convirtió en viral. 16 millones de personas lo han visto y se han emocionado.
La emoción que trasciende la pantalla
Lo que hace especial este falso anuncio es que no “vende” un producto, sino que “cuenta” una historia de marca. No impone un producto: susurra un relato. Y, al hacerlo, nos habla a todos. Y nos emociona. Esto es lo propio de las grandes campañas de publicidad, lo que en el argot de la comunicación se llama storytelling.
En solo un minuto y medio, el anuncio cuenta la historia de un corredor retirado, atrapado en la rutina de una residencia de ancianos. Mira con nostalgia sus viejas zapatillas. Recuerda los años de juventud, las carreras, la sensación de libertad. Lo intenta: quiere salir, correr, sentirse vivo. Pero los encargados del centro lo impiden. Hasta que otros residentes, al ver su empeño, deciden ayudarle.
Y entonces sucede algo que… no quiero destripar. Porque si no has visto el anuncio, merece la pena dedicarle un breve tiempo para disfrutarlo.

Break Free nos habla del abandono que tantos mayores sufren: en sus casas o en hospedajes varios, pero solos. Y, a veces, hasta olvidados. Nos recuerda que una residencia no debería ser el final de nada, sino una etapa más en la que seguir acompañados, sintiéndose queridos y queriendo también a los suyos.
Nos habla también de superación. De cómo, incluso cuando el cuerpo se va apagando, el alma sigue anhelando metas, sigue buscando un sentido a su vida y algo por lo que luchar. Y, también, de cómo la mente puede empujar allí donde el cuerpo duda o falla.
Pero Break Free habla, sobre todo, de amistad. De cómo un gesto de los demás puede alentar, y hasta cambiar el rumbo de una vida. De cómo el esfuerzo compartido, el apoyo mutuo, puede abrir puertas que parecían cerradas para siempre.
Liberarse. De uno mismo. Para los demás.
El título del spot, Break Free, puede entenderse de muchas formas. Liberarse de los barrotes físicos. Pero también del pesimismo, de la resignación, del egoísmo que nos hace encerrarnos en nosotros mismos. A veces, liberarse es volver a mirar alrededor y ver que alguien necesita de ti.
Ese es el mensaje final. No solo para el anciano que corre. También para nosotros.
Porque quizás, hoy, alguien espera que lo ayudemos a liberarse.
2 respuestas
Maravilloso Break Free!!!!!!
Gracias por descubrirnos el mundo de la publicidad y su lenguaje.
Hay mucho que analizar en imágenes que vemos de una manera despreocupada y que profundizamos GRACIAS a tus comentarios.
Agradecida siempre, Alfonso.
Bravo, Alfonso! Un abrazo.